La cofradía de la anchoa asistió a la duo decima edición del dia mundial del Respigo,
evento patrocinado por el Ayuntamiento pejino y que consiste en la degustación de respigos elaborados de diversas formas y verdeles escabechados, acompañados de pan y vino, al precio simbólico de un euro.
La Cofradía del Respigo de Laredo, organizadora de esta fiesta, repartió más 1.300 pinchos de este vegetal, que se obtiene de la parte más tierna de la hoja del nabo (equivalente a los grelos en Galicia), y otros tantos de verdel entre el numeroso público que se congregó en las inmediaciones del plaza pejina.
La jornada festiva arrancó a mediodía en la iglesia de Santa María de la Asunción donde los integrantes de la Cofradía del Respigo y la Cofradía de la Anchoa del Cantábrico (Santoña) acudieron a la misa de la Inmaculada Concepción, donde se rindió un homenaje, entre otros, al que fuera presidente de la cofradía santoñesa, Víctor Ruiz Teja, fallecido recientemente.
Finalizado el acto religioso, los cofrades se dirigieron a la Plaza del Mercado, bajo los acordes de la charanga Contigo Sí, donde varios miembros de la cofradía pejina ya tenían todo listo para empezar a repartir las raciones.
El cocinero y tesorero del colectivo organizador, Félix López, explicó momentos antes de comenzar a repartir pinchos, que los respigos que se utilizan son congelados, «ya que el verdadero respigo se recoge a finales de febrero o principios de marzo». «Es la época más difícil porque si esperas mucho se pueden subir y te quedas sin ellos», comentaba, al tiempo que señaló que Tarrueza, Las Cárcobas, Seña o Liendo son los lugares donde más prolifera este vegetal, que ayer se sirvió de cuatro formas diferentes: con gulas, con gambas, con gulas y gambas y con tocino, ajos y chorizo.